Carta de D. Teodolinda Ramalho a su Marido, D. Francisco de Assis Ramalho, 28 de Junio de 1919
Carta de D. Teodolinda Ramalho a su marido, D. Francisco de Assis Ramalho, 28 de junio de 1919
Lamego, 28 de junio de 1919
Excelente marido,
Le digo estas palabras con la esperanza de que se recupere de los achaques que afligen su figura, porque no puedo creer que goce de buena salud mental. He estado recibiendo sus cartas en la creencia de que sus muchas y variadas actividades en Oporto le impiden decir más que unas pocas palabras vagas. Tanto la corte como la guerra consumen vuestro tiempo, lo sé, y trato de no preocuparos demasiado cuando los pequeños van bien y las granjas prosperan bajo el cuidado de las personas capaces que Nuestra Señora nos ha asignado. Sin embargo, puede imaginar mi incredulidad cuando recibí a mi queridísima amiga Maria da Assunção Pacheco para una visita largamente deseada y, entre dos tazas de té, ¡me habló de su oposición a la nueva cepa que el rey Manuel II y sus principales asesores creen que es el engranaje que hará girar la guerra a nuestro favor! Siempre habéis sido reacia a los grandes cambios, y recuerdo sus dudas cuando mi padre estipuló que, para autorizar nuestros desposorios, sería condición del contrato que yo fuera la administradora de nuestro patrimonio en su ausencia o, Dios nos salve, en caso de su muerte. Sin embargo, usted cedió, por reconsideración o por codicia, que le conozco. Por lo tanto, tengo que decirle que usted también ha cedido en esta cuestión: Si en los últimos años mi cargo de administradora no ha exigido demasiada responsabilidad por mi parte, ahora ha llegado el momento. ¿Recuerdas aquel viñedo al noroeste de nuestra propiedad, sin uso y ya invadido por la flora silvestre? Ordené desbrozar el terreno y arrancar las viñas en desuso, la mayoría ya secas, para plantar esta nueva cepa. Me aseguré de que fueran especies ya maduras, listas para dar fruto este año o el siguiente si se cuidaban bien. Oigo vuestra voz señalando los riesgos, los costes, las fantasías, pero le recuerdo, esposo, que no hay progreso sin ninguno de estos elementos. Con el mismo espíritu, me gustaría informarles de que he hecho una donación en nombre de la familia para ayudar a construir el Real Instituto de Ciências Aplicadas.
Por lo que a mí respecta, no seremos nosotros que fallaremos al futuro. No os preocupéis por su autoridad: en ningún momento di indicación alguna de que estos compromisos se estuvieran llevando a cabo sin su conocimiento.
Me despido con noticias de los niños, que le envían sus respetos y piden su bendición: Manuelito y Pedrinho se han acostumbrado a jugar a los «republicanos» entre lecciones, lo que es una guerra en sí misma, porque ninguno de los dos quiere formar parte de la facción republicana. Mariana, desde que domina las letras, lee todo lo que encuentra y se ha enamorado de Camilo Castelo Branco. Como puedes imaginar, estoy encantada de que nuestra hija sea una mujer culta y educada; aunque, como resultado de la lectura de estas novelas, adquirió el hábito de sentarse junto a la ventana y suspirar mucho. No entiendo lo que espera, porque desde la mansión sólo se ven nuestras tierras y los paisajes del Duero, sin amor que arrebatar. Mi Madre me asegura que es sólo entusiasmo juvenil, pero me he estado preguntando si ha llegado el momento de presentarla en sociedad: tiene, después de todo, casi dieciséis años, la edad recomendada para una debutante.
Que Dios le proteja.
Su esposa,
D. Teodolinda Ramalho
«Artigo publicado na Real Gazeta Invicta, aquando da inauguração da II Exposição Industrial Portuguesa, no dia 17 de janeiro de 1920», Inês Montenegro
«Ata da Reunião Extraordinária da Real Companhia Vinícola a 13 de março de 1919», Inês Montenegro
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