Extractos de los diarios de Fausto Godim, pionero de la aviación

19 de enero de 1919

Es oficial: Portugal se ha dividido en dos. Por el momento, los republicanos han conseguido dominar las tierras más allá del Vouga. Mi Madre está muy disgustada, y su único alivio es que no estoy en Lisboa, como la mayoría de los compañeros con los que recibí mi diploma en mayo de 1917. Fueron los primeros pilotos militares de Portugal, y la mayoría de ellos están a merced de los rebeldes republicanos, cuando no en connivencia con ellos. Me aflige ver a hombres con los que volé en Francia en un campo ahora opuesto al mío. ¡Qué recuerdos tengo de los tiempos que pasamos en el Cuerpo Expedicionario Portugués, en la que fue la mayor guerra jamás vista!

Todo lo que queda es dedicar mis esfuerzos a la fundación de una Fuerza Aérea del Norte con la que podamos servir a esta noble causa.

24 de enero de 1919

Fracasa la revuelta monárquica en Lisboa. El rey Manuel II aplazó para una fecha incierta la audiencia que me había concedido anteriormente, creo que por disgusto o furia. Comprendo el sentimiento, pero desapruebo la acción. El momento es crucial para la existencia de una Fuerza Aérea; el dominio de los cielos es el futuro. No tengo a quién apelar.

13 de febrero de 1919

¡Se ha revelado la vergüenza! Las autoridades monárquicas españolas, que por la naturaleza de su régimen nos deben lealtad, han accedido a las peticiones del Gobierno de Lisboa y ¡han detenido a representantes de nuestra Monarquía en las zonas fronterizas! ¿No se dan cuenta de los peligros de semejante compromiso? ¿No se dan cuenta de los significados que los propios españoles pueden concluir? ¡Infamia e ignominia! ¡Traición, traición!

26 de febrero de 1919

¡Una buena reunión! ¡Qué alegría! Iba a tomar mi café cuando me encontré con Sarmento de Beires, un antiguo colega; recibimos nuestros diplomas el mismo día. Pronto decidimos compartir el almuerzo y un poco de conversación: me confió que el rey Manuel II estaba haciendo incursiones en Galicia, lo que era más favorable a nuestra causa. Inmediatamente comprendí por qué todas mis peticiones de audiencia habían sido rechazadas, incluida la malhadada que ya había sido acordada. Me pidió que lo mantuviera en secreto, ya que el Bureau desea mantener la discreción sobre los movimientos reales, y se lo prometí de inmediato. Escuchó mis preocupaciones sobre una Fuerza Aérea y estuvo de acuerdo. Sin embargo, cree que debería tomar otro camino. Se ofreció a apoyarme. Él también ve el futuro en los cielos.

3 de marzo de 1919

Las ofensivas en la Línea Vouga se han intensificado, con valiente resistencia de nuestro pueblo. He estado considerando las palabras de Beires. No pienso permanecer inerte en esta guerra, pero sé dónde soy más valioso. Necesitamos una demostración: un vuelo que llame la atención y despierte al Rey de la importancia de la Fuerza Aérea. Envié un mensaje a Beires, que lo devolvió de acuerdo. Sugirió utilizar un bombardero nocturno y estoy de acuerdo. Empezaré a buscar hoy. Me inclino por un modelo de doble mando; es esencial que un segundo pasajero pueda ayudar con el pilotaje en caso de vientos fuertes.

1 mayo, 1919

Lo que la Gran Enfermedad no se llevó, la guerra lo destroza. Y pensar que hace tan poco éramos un solo país, bajo un solo gobernante, una sola bandera. Mi Madre está de luto por la reina Augusta Vitória, a la que considera «un alma santa».

Mis esfuerzos no han sido en vano: adquirí un bombardero nocturno de Francia que sirvió en la Gran Guerra. Sarmento de Beires, no sé muy bien cómo, consiguió el apoyo de la Real Companhia do Comércio, de la Real Companhia Vinícola y, sorprendentemente, ¡de una organización feminista! El canónigo de Oporto, viejo conocido de mi Madre, también organizó una petición entre los creyentes. Este proyecto mío es ahora verdaderamente un proyecto de la gente. ¡Su alma heroica lo impulsará!

3 de junio de 1919

El rey Manuel II autorizó la construcción de un aeródromo en Viseu, sin duda consciente del interés popular que suscitó el proyecto. Hemos estado utilizando instalaciones militares para hacer los cambios necesarios en el avión. Tenemos la intención de experimentar con el uso de depósitos de combustible externos, con la esperanza de aumentar la autonomía del avión para vuelos de larga distancia. Quiero ensayar el biocombustible desarrollado por Mechnikov, lo que también requiere adaptar los motores. Retrasará el viaje, ya que tendremos que esperar a la próxima vendimia, pero creo que se convertirá en una ventaja a largo plazo.

4 de octubre de 1919

El avión está listo. Lo llamamos Augusta Vitória, en honor de la difunta reina. Mientras tanto, el aeródromo de Viseu se ha terminado a una velocidad que me asombra. Cuando el hombre quiere, la obra nace, bajo la bendición de Nuestro Señor. Las condiciones no son ideales, con el invierno acechándonos, pero el tiempo apremia. Beires y yo acordamos un viaje corto para nuestra primera prueba: Vigo, como muestra de apoyo a nuestros aliados en Galicia.

7 de octubre de 1919

El viaje no fue fácil y las dificultades parecían inevitables, pero lo logramos. La fuerte lluvia que nos azotó hizo que el Augusta Vitória temblase como una hoja en medio de un huracán. Le debo la vida a Sarmento de Beires, que me asistió y nos permitió desembarcar victoriosos y sin daños. Los guerrilleros gallegos y los soldados portugueses nos esperaban con idénticas sonrisas en sus rostros. Creo que tuvimos éxito. Creo que el Rey no ignorará el clamor de su pueblo y la demostración que hemos dado aquí del poder de una Fuerza Aérea, ¡sostenida por biocombustible! ¡El entusiasmo de estos hombres es una prueba viviente!

Fausto Godim murió el 25 de diciembre de 1919 de tuberculosis. Su sueño de una Fuerza Aérea del Norte nunca se materializó, ya que el rey Manuel II optó por invertir en dirigibles. Hasta 1921 no volvió a invertir en aviones, con el crucero aéreo Vasco da Gama.

A pesar del apoyo de Sarmento de Beires al proyecto, sus ideales eran firmemente republicanos; posteriormente, se ha inmortalizado en 1924 al realizar el primer ataque aéreo Portugal-Macao, con Brito Paes y Manuel Gouveia, en el Pátria.