«La imposibilidad de adquirir limones del Algarve aumenta el consumo de sopa de col y nabo»

«La imposibilidad de adquirir limones del Algarve aumenta el consumo de sopa de col y nabo», artículo publicado en la Real Gazeta Invicta el 3 de febrero de 1919.

Al tiempo que nuestros lectores han sido informados de las crecientes dificultades del heroico caudillo Paiva Couceiro para alimentar las columnas militares en el frente de la encarnizada batalla que amplía las dimensiones de nuestro Reino, se ha revelado subrepticiamente que, en la zona más urbana de los dominios de nuestra Monarquía, la radical ruptura de relaciones sociales, políticas y económicas con el Sur, gobernado por la ignominiosa República, ha provocado un cambio sustancial en la dieta de las familias que viven alejadas de las tierras cultivadas por los valientes que viven y conviven diariamente con sus cosechas. El legítimo temor a la reaparición de enfermedades como el escorbuto ha agotado las cajas de limones del sur, antaño habituales en nuestras tiendas de ultramarinos, y ha aumentado la demanda de otros productos ricos en factores dietéticos esenciales (recientemente denominadas «vitaminas» por el bioquímico polaco Casimir Funk). Ahora bien, ante la adversidad, la multitud anónima recordó el ingenio de la armada británica y, en particular, las hazañas y milagros de nuestros marineros, y la demanda de grelos y coles aumentó hasta alcanzar proporciones sin precedentes. Los productores de estos manjares buscan nuevas tierras para cultivar, como acto patriótico y señal del éxito de su negocio. El contratiempo es la nueva necesidad de patrullar estos huertos por la noche, ya que el robo de grelos y coles, que están casi listos para ser cosechados, es ahora rutinario.

Los mejores restaurantes de Oporto han ideado una solución alternativa que aleja su negocio de la turba y del tumulto que rodea a estos productos de granja, con la fermentación de las verduras. El más exitoso es el chucrut, un plato tradicional alemán muy utilizado en las expediciones de James Cook en el siglo pasado. Curiosamente, como los alimentos fermentados son más fáciles de conservar y duran más, el gobierno está debatiendo la financiación pública de la fábrica de vidrio del francés André Michon, en Cavaco, Vila Nova de Gaia, para producir tarros adecuados para acondicionar el chucrut y transportarlo con seguridad a las filas en combate.