«Las Nuevas Armas de Nuestra Causa»

Noticia publicada el 20 de enero de 1920 en Notícias Reais.

El día amaneció luminoso y, desde la primera hora de la mañana, mucha gente se había congregado en la plaza frente a la Real Armería. Los miembros de la Junta Gubernativa del Reino llegaron en tres vehículos militares y tomaron asiento en la tribuna situada a un lado de la plaza.

A las 10, las campanas de todas las iglesias de Oporto repicaron festivamente y se abrió la puerta de los Talleres, por la que salieron, una tras otra, seis mechas adornadas con cintas azules y blancas. Las terroríficas máquinas avanzaron, caminando sobre sus seis patas articuladas, y se detuvieron junto a la tribuna. El arzobispo de Braga, debidamente revestido, acompañado por el sacristán que llevaba el caldero, mojó el hisopo en el agua bendita y roció las seis máquinas, una a una, haciendo la señal de la cruz.

Desde lo alto de la tribuna, el presidente de la Junta Gubernativa del Reino pronunció un breve discurso:

«Pueblo de Oporto, acabáis de ver las nuevas armas que defenderán nuestra Causa, ahora consagradas con la bendición divina y listas para entrar en acción. No tardaremos en recuperar el control de Portugal, que está con nosotros desde Afonso Henriques, derrotando a los republicanos y restableciendo nuestras tradiciones centenarias. ¡Viva el Rey!»

Y la gente reunida en la plaza repitió varias veces, con entusiasmo: «¡Viva el Rey!».